De imaginar una noche de sexo desenfrenado a un dolor de garganta penetrante que no me deja ni besar.
Tal vez, el cuerpo, necesite esperar a sanar la mente un poco más.
De imaginar una noche de sexo desenfrenado a un dolor de garganta penetrante que no me deja ni besar.
Tal vez, el cuerpo, necesite esperar a sanar la mente un poco más.
e. en versión social:
Last.fm e-punto
Twitter y gooveshark cybernecia
0 comentarios:
Publicar un comentario