Viernes. En Buenos Aires, el calor me mata. Me derrito en la city porteña y no puedo dejar de pensar en los lagos, en los brotes frescos de la hierba recien crecida y en el olor del aire de montaña que me esperan en el sur. Mojar mis pies en agua helada... sentirme diminuta entre tanta inmensidad.
Necesitamos cosas diferentes. Ambos, pensamos en el agua.
1 comentarios:
Pues yo pensaba en las drogas.
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