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Viajar en colectivo es una de las cosas que más me entretienen. Por las actividades que desarrollo suelo estar gran parte del día sola, o en grupos reducidos de gente (de 2-4 personas y no más). Por lo cual, los viajes en colectivo pueden ser muy entretenidos por el solo hecho de compartir más de 15 minutos con cantidad de desconocidos.

Muchas veces lo detesto. Depende del día, de mi estado de humor, del calor y del estado del resto de los pasajeros que me acompañan (y los olores que emanan). Ultimamente lo paso bastante mal, ya que con la tecnología de avanzada vinieron los celulares con mp3, parlantes externos, el reggaeton y de la combinatoria de todo eso + persona no educada resulta un pasajero desubicado que obliga al resto a escuchar "baby te quiero u-ooo u-ooo" a todo volumen. Pero hoy no fue ese el caso.

Hoy, hace un rato, viví uno de los momentos más entretenidos, pese a la actitud de mi acompañante (mantendré su identidad en el anonimato).

El viaje en el 151 era un viaje normal, común y corriente. Chato. Se tornó interesante cuando una pareja de chicas se sentaron andelante (yo estaba del lado de la ventanilla). Pasaron 5, 10, 15 min y la lluvia se largó con todo (vale aclarar que la chica del asiento de adelante tenia la ventanilla COMPLETAMENTE abierta y que no la cerró). Sonó mi celular y mientras atendía le digo a la pasajera de adelante: "perdon, podés cerrar la ventanilla? me estoy mojando". Mientras atiendo la llamada la escucho responderme: "no, porque se me empañan los lentes" (si, tenía anteojos, de lectura, no de sol).

WTF? Llueve a cántaros y te chupa 3 huevos que la mina de atras se empape????

Corto la llamada, miro a mi acompañante y le comento lo estúpida que me resultaba la respuesta. Pero mi acompañante no pensaba igual, ya que sostenía que el calor (mi acompañante tenía calor y estaba por abrir mi ventanilla) y los lentes empañados son excusa más que válida para que el desconocido de atrás (o sea yo) se empape y que, además, mi modo de solicitar el cierre de la ventanilla sonaba más a orden que a pedido. El "perdón" no es decir "por favor" o "serías tan gentil de...?". Y siguió: "siempre le das ordenes a todo el mundo y el que no piensa como vos, decís que es idiota" (no es cierto). Tengo una relación cercana con mi acompañante, que se caracteriza por posicionarse automáticamente en la vereda contraria a la mía, en negar todas mis afirmaciones y en decretar que siempre soy yo la que está en falta. Creanme es que SIEMPRE toma una posición contraria a la mía una vez manifestado mi punto de vista, opinión o impresión. Y siguió enumerando defectos (si, los tengo) hasta que concluí: "hace 3 minutos no pensaba que sos idiota. Ahora si. Casualmente opinas distinto".

Silencio. Mientras tanto, pareja de lesbianas comentaban sobre la pelea de los de atrás (o sea, yo + acompañante), pelea que creían haber causado. Quise decirles que no, que acompañante siempre apunta con el dedo y critica todo lo que digo, pienso o hago, pero preferí no hacerlo. Opté por aislarme leyendo el libro de Trocchi de afortunadamente llevaba en mi cartera y leí:

- Me gusta, la lluvia, quiero decir. Nos aísla. Hace que sienta que el resto del mundo se puede ir a la mierda.
Me reí.
- Es probable que sea radiactiva. Es el problema con el mundo exterior. No para de incordiarnos.

Sonreí internamente. Adoro estas coincidencias maravillosas.

Ví a acompañante leer de reojo mi libro (detesto que lean lo que leo, mientras estoy leyendo yo!). Manifesté mi descontento, ya que no deseaba que fuera parte de ese momento. Y más silencio.

Seguí leyendo y escuché la conversación de una pareja de atrás, ambos peruanos. El chico estaba super interesado en el curso de inglés de su chica, quien le enseñaba oraciones básicas con la peor fonación que escuché hasta al momento. Un plato. Verdadero plato. Y mi amargura se fue al carajo, imaginandome ese mismo diálogo entre Capusotto y Casero.

Detesto el esfuerzo de contener la risa. A veces, mantener una fachada implica un enorme gasto de energía. Tal vez sea una estúpida por hacerlo, pero eso no hace menos idiota a mi acompañante-idiota.

e.