La vida (o mi vida) suele ser agitada, intensa, densa, vertiginosa. Y entre tantas emociones me muevo, sobrevivo, intento evolucionar. Pero a veces me estanco, me encapricho, me hundo.
Tengo la necesidad de emigrar, de buscar un nuevo destino, un nuevo hogar.
Las cosas, de a poco de vuelven claras, el tiempo y la energía mental destinada al ausente están de nuevo conmigo, enfocadas en un nuevo porvenir.
Islandia.
Recuerdo estar en casa, con mi pareja y un par de amigos, todos en silencio sintiendo el agua helada corriendo por nuestros pies. Los llevaré conmigo, en mi corazón y en mi mente.
Islandia.
(Vean las siguientes partes, son 10 en total, las tiene el mismo usuario).