e.

cm3

30/12/09 by e.

Abrió su boca e inspiró violentamente. Sus pulmones, acostumbrados a funcionar con poco aire, simplemente explotaron.
Ahora su cuerpo desmembrado yace ante los ojos de eruditos e ilustrados, quienes en un intento desesperado por descifrar lo sucedido, hurgan con manos inmundas entre su carne.
Yo, unica conocedora de su verdad, convivo con la certeza de que los suspiros de amor muchas veces matan. Y respiro, temerosa, el aliento de fortuitos amantes que duermen en mi cama.

e.

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1 comentarios:

mil dijo...

muy bueno..quiero saber como sigue.